20 agosto 2010

Ayer soñé.







No me lo invento. Escribo exactamente lo que recuerdo.
Había una guerra entre las cartas rojas y las cartas negras, yo pertenecía al bando de las negras. Las cartas estaban representadas por humanos, como tú y como yo. La guerra tenía lugar en mi casa. Yo estaba en mi habitación, con el pestillo puesto, y cada vez que una roja llamaba a la puerta y entraba yo la sujetaba fuerte y la mataba... O bien degollándola con una navaja, o bien agarrándola del pezcueso y aprentando. - Lo más tétrico de esa manera eran los detalles, mientras la ahorcaba sonaban tres crujidos y notaba como la nuez se hundía al mismo tiempo -. Una vez los había matado, escondía los cadáveres en la parte alta de mi armario, para que la próxima que entrara no sospechase nada. Las cartas negras ganaron esa batalla.

¿Estaré loca?

Me debió de afectar la actualización anterior.

100% verdad. Prometido.

11 comentarios: